LA ELECTROESTIMULACIÓN FUNCIONAL EN FISIOTERAPIA NEUROLÓGICA
A pesar de parecer que la aplicación de Electroestimulación funcional está de moda, este concepto, aplicado al mundo de la Fisioterapia con el objetivo de hacer una recuperación lo más funcional y eficaz posible ante lesiones de diversa índole, no es tan novedoso.
Respecto a la implementación de esta técnica en la Fisioterapia Neurológica, podemos decir que ya en 1961 (hace casi 60 años), Liberson lo aplicó en un paciente con Accidente Cerebro vascular (ACV) para estimular el nervio peroneo común (que pasa por detrás de la cabeza del peroné) consiguiendo una contracción muscular para que el pie se levantara (movimiento de flexión dorsal del pie) y no cayera al dar el paso.
El objetivo que se persigue en Fisioterapia con la electroestimulación es funcional, es decir, a través del estímulo eléctrico se intenta que haya una contracción muscular adecuada y que esa contracción muscular controlada llegue al Sistema Nervioso Central para dar una información adecuada y así buscar la recuperación de la función perdida.
De alguna forma, se trata de que “el jefe” del cuerpo humano se entere de que sus “colaboradores” están trabajando de forma efectiva y así “el jefe” sepa dar la orden siguiente de forma adecuada, para hacer un buen trabajo en equipo, con resultados eficaces.
Así, algunos estudios hablan de que, en patología de origen neurológico, hay cambios al aplicar electroestimulación funcional:
- Mejorar el control motor.
- Realizar un aprendizaje motor adecuado.
- Mejorar funciones residuales (aquellas que faltan por recuperar).
Mejorar el tono muscular, tanto por estar bajo como por la aparición de la espasticidad. - Mejorar el metabolismo y la circulación.
- Mejorar la resistencia cardiorrespiratoria
La electroestimulación funcional se ha utilizado sobre todo en:
- Ictus o Accidentes Cerebro Vasculares, como parte del tratamiento o integrado en diversas férulas (1).
- Lesionados Medulares, en lesiones incompletas o como complemento a diversos dispositivos para caminar (2).
- Niños con Parálisis Cerebral Infantil.
- Esclerosis Múltiple, para reducir la espasticidad o mejorar la marcha.
En nuestro centro hemos tenido buenas experiencias en ictus y esclerosis múltiple, así como secuelas de parálisis braquial obstétrica.
Pero también hay que tener en cuenta que pueden existir una serie de contraindicaciones a considerar antes que un paciente se someta a este tipo de tratamientos, como puede ser el portar un marcapasos o alteraciones de la sensibilidad.
Se trata, al fin y al cabo, de hacer un uso adecuado de una herramienta más para la recuperación de las secuelas de una lesión neurológica, dentro de las posibilidades de cada paciente y de la formación y destreza de un fisioterapeuta que domine la técnica.
Podéis encontrar más información acerca de algunos estudios en las siguientes referencias: